La Generación Beta comienza en 2025. Cada generación se forja por la era en la que entra. Los millennials fueron moldeados por el auge de Internet. La Generación Z maduró en medio de los teléfonos inteligentes, las redes sociales y una agitación social generalizada. La Generación Alpha, nacida entre 2010 y 2024, nunca ha conocido un mundo sin pantallas táctiles. Ahora, comenzando en 2025, llega una nueva cohorte: la Generación Beta. El nombre continúa la secuencia de letras griegas iniciada con Alpha, acuñada por el investigador australiano Mark McCrindle. Al igual que sus predecesores, Beta abarcará aproximadamente 15 años, desde 2025 hasta alrededor de 2039. Estos niños heredarán un planeta en rápida transformación. La inteligencia artificial entrelazada en la vida diaria, la automatización generalizada, la migración masiva, la volatilidad climática y los patrones de población cambiantes definirán su infancia. Es probable que sean la primera generación criada desde el nacimiento junto a la IA avanzada—y quizás la última en recordar el dinero en efectivo, las tareas físicas o conducir un automóvil por sí mismos. Para 2030, se proyecta que más de dos mil millones de niños Beta estén vivos, convirtiéndolos en la generación más grande que la humanidad haya visto jamás. Las etiquetas generacionales no dictan el destino, pero iluminan cómo la tecnología, los eventos y la cultura moldean la identidad. Cada nueva ola de niños entra en un mundo construido—y cargado—por aquellos que vinieron antes.