Este es el nuevo punto de conversación: que la reacción negativa al artículo debe ser "coordinada". Si eso fuera cierto, los mensajes ya se habrían filtrado. No pedí ayuda, ni la necesitaba. Los lectores podían ver por sí mismos que el cuerpo del artículo no apoyaba su propio titular. Era transparentemente un ataque y las motivaciones eran obvias. Igualmente importante, nadie se sintió temeroso de hablar. La pretensión de objetividad del NYT ha desaparecido hace tiempo. Todos pueden ver que estos son activistas que pretenden ser periodistas. Por eso el NYT se sintió obligado a publicar una declaración defendiendo su "reportaje". (Nunca había visto eso antes.) La farsa ha terminado, y están tambaleándose.