Después de experimentar una ruptura de confianza, uno realmente puede volverse indiferente. En psicología hay un concepto llamado la ley de Weber, que se refiere a que una persona, después de experimentar un estímulo intenso, ya no se preocupa tanto cuando enfrenta algo similar. No ser amado es solo una cuestión de mala suerte, pero no hacer nada por amar es el verdadero desastre. Todos nosotros, hoy, estamos muriendo por este desastre. No ser amado es una casualidad del destino, pero no poder amar es una renuncia activa. Se puede ser cínico y realista sobre el mundo, pero no se debe perder el coraje de buscar la alegría y la felicidad. En pleno invierno, finalmente entendí que dentro de mí hay un verano invencible.
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