No sé, hombre, pero Internet se siente como un campo de caza de estafas últimamente. Solía ser un patio de recreo salvaje: divertido, extraño, lleno de _buenas_ sorpresas. Ahora cada maldito clic se siente como una trampa: anuncios que te persiguen, estafas esperando para atacar, malware acechando en las sombras. Lo que una vez fue curiosidad y conexión (y anon-by-default) fue secuestrado por estafadores y algos, convirtiendo la hermosa web abierta en un ajetreo muy agotador en lugar de una aventura. ngl, me entristece.