Iryna Zarutska todavía debería estar viva. Pero los demócratas, los jueces liberales y los fiscales débiles preferirían impulsar una agenda despierta y blanda contra el crimen que encerrar a los delincuentes violentos. El presidente Trump está haciendo todo lo que está a su alcance para deshacer estas políticas peligrosas y mantener seguros a los estadounidenses.