La milicia marítima china pensaba que podían invadir las aguas surcoreanas como si fueran dueños del Mar Amarillo. Giro argumental: la Guardia Costera de Corea del Sur (KCG) llegó, lanzó gas lacrimógeno a la cubierta, ató a los invasores con bridas y se apoderó del barco. ¡Llora más fuerte, Pekín! @SariArhoHavren