Los psicodélicos no caen en un lienzo en blanco. Tu salud influye de manera significativa en cómo los psicodélicos llegan a la mente y al cuerpo. Biomarcadores como la carga de estrés, la inflamación, la estabilidad metabólica, el sueño, las hormonas y el equilibrio autonómico pueden inclinar la experiencia hacia un lado positivo o negativo.