Revisión de @Tesla FSD (Supervisada) en el WSJ: "Conducir siempre me ha parecido una obligación. La primera vez que dejé que el vehículo (Model Y) tomara el control, algo cambió. Mientras el coche se guiaba solo entre el tráfico, sentí cómo la tensión se desvanecía. Unos días antes de que expirara el crédito fiscal federal por vehículos eléctricos en septiembre, cambié mi Model 3 de 7,5 años por un Model Y con FSD. Para alguien como yo, que le gusta mantener el control, la rendición nunca ha llegado fácilmente. Y sin embargo, ahí estaba, navegando por el tráfico en silenciosa rendición al código y los sensores del coche. Se sentía como liberación. Y ahora tengo algo mejor que un chófer. Mi coche nunca se cansa, entra en pánico ni titubea; No se sobresalen en los semáforos ni refunfuñan en los atascos. Simplemente impulsa, con confianza tranquila y una compostura casi perfecta. La gente suele preocuparse de que la tecnología nos haga perezosos. Quizá sí. Pero en mi caso, ha hecho algo más sutil: me enseñó a confiar en el ritmo del viaje. Es un pequeño milagro que nunca esperé de un coche."