Te dejaré una bola de cristal cultural: la mayoría de las tendencias fundamentalmente extrañas y tempranas en la vida cultural occidental ocurren primero en cripto y luego se exportan al mundo más amplio desde allí. La financiarización de todo, convertir la atención en dinero literal a través de memecoins y monedas de contenido, mercados de predicción sustituyendo a los medios, un mundo seudónimo sin fronteras de híbridos humano/bot desmembrados poseyendo y comerciando activos, agentes de IA pagando a humanos y entre ellos sin intervención humana, un libro de cuentas público de todas las transacciones que existen en algún reino etéreo más allá de la carne y hueso humanos, y el alcance de los gobiernos. Todo está llegando a todos, y todo ya existe en la blockchain. Puede que los normies lo estén menospreciando ahora, pero escribirán artículos alarmistas cuando cruce el abismo (y la próxima generación lo tomará como una suposición básica, como ocurrió con internet).