El constante cambio de enfoque y narrativa de tantos proyectos es una señal de alerta. De los videojuegos a la IA, a los mercados de predicción y no sé qué será lo siguiente. Lo único que realmente he aprendido de Ronin es mantener el rumbo, la narrativa no ha cambiado, la visión es la misma y cuando se asiente el polvo, serán la última cadena de juegos en pie.