Nuestra nueva colección sigue un viaje de lo informe a la forma. Mientras exploraba objetos en el archivo de @LACMA para Recuerdo de Cosas Futuras, @LadyCactoid llamó mi atención hacia una cruz de bronce etíope del siglo XIII. Desde el momento en que la vi, supe que inspiraría algo dentro de mí. La creatividad fluye mucho más fácil cuando las cosas me recuerdan a mi hogar. En Etiopía, el símbolo de la cruz está en todas partes. Aparece en joyería, tejido en nuestra ropa, en la arquitectura, incluso en tatuajes tradicionales en la cara. Ver la cruz en un museo, fuera de su espacio sagrado dentro de una iglesia, me hizo pensar de manera diferente sobre cómo mantenemos vivo este símbolo. Cómo las historias, rituales y la memoria continúan dando vida a un objeto que de otro modo podría descansar en silencio detrás del vidrio. Una de las formas en que hacemos esto es a través de Meskel, la festividad anual que honra el hallazgo de la Verdadera Cruz. Celebra la visión de la Emperatriz Eleni (Helena), quien fue guiada por humo divino para descubrir la cruz de Cristo enterrada en la tierra. Es una leyenda que todavía se recuerda en Etiopía hoy a través del ritual. Mi idea se convirtió en hacer una especie de precuela a esa cruz de bronce en la colección de LACMA. Cada una de las cuatro obras de arte conduce a ella, trazando el viaje no visto desde la visión divina hasta la forma perdurable. Podrías pensar en la cruz del museo como la quinta y última pieza de la secuencia: La Revelación de la Emperatriz comienza con la visión divina en sí, algo informe pero real. Los sueños pueden hacerse realidad. Luego, el Camino del Demera trata sobre el humo que llevó a Eleni a la cruz enterrada. No puedes tocar el humo, pero puedes seguirlo. En Desenterrando la Reliquia, la cruz emerge de la tierra, aún frágil y hecha de madera. Una forma que puede romperse o descomponerse. Es materia real, pero frágil ante el tiempo. Luz Guía concluye con la cruz de metal, el momento en que este símbolo de fe se convierte en sólido y perdurable hacia el futuro. Y finalmente, la cruz en el museo, un objeto físico de bronce, mantenido vivo por la creencia. Para mí, la cruz en el museo no es solo un artefacto. Es un símbolo mantenido vivo por la fe y la creencia de las personas que lo llevan hacia el futuro.