Las stablecoins presentan una oportunidad transformadora para las personas en áreas desatendidas al aumentar el acceso a servicios financieros fiables. Su diseño prioriza la estabilidad de precios y abre la puerta a las finanzas digitales para poblaciones históricamente excluidas del sistema bancario. En muchas regiones de África, América Latina y el sudeste asiático, millones siguen sin tener acceso a servicios bancarios debido a la infraestructura limitada o barreras geográficas. Con las stablecoins, puedes realizar tareas financieras esenciales como ahorrar, gastar o invertir, sin necesidad de una cuenta bancaria tradicional. Las stablecoins también sirven como un activo estable en regiones azotadas por la incertidumbre económica. En países que enfrentan hiperinflación o rápida devaluación de la moneda, como Venezuela o Nigeria, las stablecoins ofrecen un almacén de valor más predecible para salvaguardar el poder adquisitivo.