Lo impresionante de Ikebaya es que, antes de que existiera la IA generativa, creó su propio IP llamado CryptoNinja, convirtiéndose en el propietario de los derechos de autor de una gran cantidad de personajes. Actualmente, cualquier cosa que se cree con IA generativa se basa en su IP, lo que le permite evitar perfectamente los problemas comunes de infracción de derechos de autor relacionados con IP en el contenido generado por IA.