Como ya puedes ver, me encanta pensar en los navegadores, en particular en la experiencia de usuario en general. He escrito cientos de artículos sobre esto. En mi opinión, una de las fronteras más inexploradas de los navegadores es la IA como renderizador, no como asistente. ¿Qué pasaría si una página web no fuera HTML fijo sino un objeto semántico vivo, reinterpretado dinámicamente en tiempo real por su modelo del mundo? La tragedia de la web es que cada sitio le enseña un nuevo dialecto de UI. Cada botón, navegación o diseño es un microlenguaje que debes volver a aprender. El navegador debe traducir, no usted. Imagina abrir cualquier página y se refluye instantáneamente en un lenguaje de diseño familiar... Por ejemplo, su gramática personal de la interfaz de usuario. La IA no solo te ayuda a usar la web... te permite poseerlo. Si estuviera construyendo un nuevo navegador, exploraría profundamente el renderizado impulsado por IA como personalización, no solo pegando un chatbot a Chrome.