Que quede claro: la América corporativa odia a los trabajadores estadounidenses. Esta avalancha de extranjeros en el transporte por carretera destruyó a muchos camioneros independientes que estaban funcionando bastante bien como propietarios y operadores. Trabajo duro pero un salario razonable en sus propios términos. La avalancha de conductores extranjeros convirtió a los camioneros en siervos... ¡Enfádate, enfádate mucho!