La admiración conduce a gustos, que a su vez lleva a más admiración, que a su vez conduce a más amor. Esto puede descontrolarse tanto que la gente se destruye deliberadamente para ayudar a lo que aman. ... Esta tendencia no es del todo mala. Munger señala que amar a personas e ideas admirables con especial intensidad es "una gran ventaja en la vida." Gustarte de las personas y comportamientos adecuados te ayuda a ser mejor persona. Somos especialmente propensos a gustarnos personas similares a nosotros, aquellas que comparten nuestras creencias, intereses y actitudes. También nos gustan las personas físicamente atractivas, populares o carismáticas. Somos especialmente vulnerables ante personas que nos hacen sentir especiales y nos hacen cumplidos. Y también queremos que nos gusten, lo que causa todo tipo de problemas. Por ejemplo, no decimos la verdad ni cuestionamos abiertamente a la gente porque tememos las consecuencias.