No puedo enfatizar lo suficiente este punto, porque es algo a lo que siempre regreso: como trader, tu trabajo no es predecir el mercado. Tu trabajo es gestionar el riesgo. Eso significa que el resultado de cualquier operación individual nunca debe ser el estándar con el que lo juzgues. La verdadera medida radica en la calidad de la decisión que tomaste en ese momento; basada en la información, probabilidades y parámetros de riesgo/recompensa que tenías frente a ti. En el momento en que entras en una operación, el resultado debe volverse irrelevante. Lo que importa es que sepas por qué entraste, qué riesgos estás aceptando, qué recompensas estás buscando y las probabilidades que estás jugando. Si has hecho eso con claridad, entonces es una buena operación; independientemente de si gana o pierde.