En este día de la historia, en 1777, después de 16 meses de debate, el Congreso Continental adoptó los Artículos de Confederación. Los Artículos crearon un gobierno central débil, reflejando el miedo de los Patriotas al poder centralizado. El Congreso, una sola cámara con un voto por estado, podía llevar a cabo asuntos exteriores, levantar un ejército y declarar la guerra, pero carecía del poder para imponer impuestos. Las enmiendas requerían la aprobación unánime de todos los estados. Para 1787, el sistema fue considerado inadecuado, lo que llevó a la creación de una nueva constitución. Se convocó una convención secreta en Filadelfia para redactar un nuevo marco, lo que llevó a la Constitución de EE. UU. en 1789, que reemplazó los Artículos de Confederación.