Una forma de estudiar la personalidad es simplemente pedir a las personas que se describan a sí mismas. Les das frases, adjetivos o preguntas, y cuando analizas los patrones en sus respuestas, aparecen las mismas cinco dimensiones amplias. Palabras como hablador, gregario y extrovertido se agrupan bajo extroversión. Los investigadores también utilizan lo que se denominan métodos de notificación de informantes. En lugar de pedirte que te describas, piden a las personas que te conocen —tus amigos, familia, profesores, compañeros de trabajo o parejas románticas— que te describan. Lo que llama la atención es lo similares que suelen ser los dos conjuntos de informes. Las autodescripciones suelen coincidir con cómo te ven los demás. La gente, en su mayoría, es un juez bastante preciso de su propia personalidad, o al menos sus valoraciones coinciden estrechamente con cómo las personas que les rodean las valoran.
Transmisión en vivo completa aquí:
20.22K