Mi hijo llegó a casa con un boletín de Pre-K; lo leí y me emocioné. Mi esposo lo leyó y se quedó desconcertado. Yo lo leí y me fijé en las líneas que realmente importan: “Destaca rápidamente en todas sus tareas de matemáticas y ha dominado los conceptos de matemáticas y lectura presentados.” Mi esposo se centró en la página extra completa sobre el comentario de “crecimiento social y emocional” y se veía confundido todo el tiempo. “¿Qué significa todo esto?” “Nada,” dije. “Ignóralo.” Y luego esa noche le explicamos a nuestro hijo la lección que lo va a guiar a lo largo de su vida: “La gente tolerará muchas cosas si eres excelente en matemáticas. Eres muy bueno en matemáticas. Estamos orgullosos de ti.” Y eso fue todo. Hoy hay muchas publicaciones importantes volviéndose virales sobre la tragedia de los hombres jóvenes. Combatir los sistemas que buscan destruir su naturaleza comienza en el hogar, y comienza desde jóvenes. No me importa el “crecimiento social y emocional” de mis hijos porque sé qué valores les estamos inculcando. Decirles lo que realmente importa comienza con papá y mamá. La familia puede ser un alivio de toda la tontería. Requiere vigilancia constante, pero es el primer paso para prepararlos para la locura que hay afuera.

Para que conste, amamos la escuela católica y a los profesores de nuestro hijo. El estado requiere estas evaluaciones, lo cual es otra lección: nunca puedes salir completamente del sistema, pero puedes enfocarte en las cosas que importan.

Demasiados de ustedes ven a un niño que es bueno en matemáticas y malo en "tiempo de círculo" y están demostrando mi punto exacto. "Muchas cosas" no significa que sea un niño monstruoso; se refiere a una gama de diferencias que se les quita a los niños como "deficiencia", "raridad" o "hiperactividad", que es lo que las evaluaciones estatales buscan a los cuatro años. Muchos buenos padres con un niño activo o diferente son enviados al médico y regresan con un diagnóstico de TDAH y medicamentos. Elogiar a los niños por las cosas en las que son buenos es bueno, e ignorar las cosas que les cuesta aprender es una parte importante de la crianza de los niños.

Finalmente, aquí está el mejor libro sobre crianza que nadie ha escuchado pero que todos deberían leer: el gran Thomas Sowell habló sobre la diferencia de género en la primera infancia antes que nadie, y cómo puede ser perjudicial centrarse en la "tardanza" de los niños en comparación con sus dones únicos. Lo recomiendo encarecidamente a los padres de niños y solo desearía que hubiera escrito más.