La semana pasada fue intensa. Lanzamos 5 productos en 5 días (más una sorpresa el sábado). Sin relleno. Sin "próximamente". Producto realmente lanzado. Hilos como estos a menudo celebran los resultados, pero la verdadera historia vive en el proceso: las correcciones de última hora, las reescrituras de texto de último minuto, enviando mensajes directos a amigos para amplificación, coordinando contenido y esperando que nada se rompa a mitad del lanzamiento. Para nosotros, la Semana de Lanzamiento no es un truco de marketing. Es una función de forzado con dos objetivos claros: 1. Convertir la hoja de ruta en realidad lanzada 2. Mostrar al mundo lo que está mejorando — en público La atención es un recurso. El impulso es un recurso. Los plazos son un recurso. La Semana de Lanzamiento combina los tres. Y el formato funciona. Airbnb lo popularizó; ahora es común en las startups porque obliga a los equipos a alinearse, afilar el alcance y comunicar el valor claramente. Cada día necesita preparación: registro de cambios, documentos, blog, visuales, cortes de video, redes sociales, control de calidad y tiempo. Generalmente, medio día o más por lanzamiento solo para el empaquetado. Pero aquí está la parte que la gente subestima: El lanzamiento no es la línea de meta. Es el punto de activación. Ahora viene el verdadero trabajo: – Hablar de nuevo con los clientes – Monitorear la adopción, métricas, puntos de fricción – Enviar ajustes mientras el ciclo de retroalimentación está caliente – Fortalecer lo que resonó...