Hay algo profundamente mal en el sistema educativo de la Torá y no sé cómo podemos solucionarlo. En la clase de Halajá de octavo grado, comenzamos a estudiar hiljot Janucá. Un niño se quejó de que el KSA comienza con un relato de la historia de Janucá y dijo: "¿Por qué necesitamos leer eso de nuevo si ya conocemos la historia? ¿Por qué está incluso ahí?" Así que, algo despectivamente, le pregunté: "¿Dónde más se suponía que la gente debía leer sobre eso? ¿En Megillat Janucá? ¿Masejet Sufganyot?" ya que pensé que estaba siendo sarcástico. Y llevó a que la clase preguntara genuinamente: "Sí, ¿por qué no hay ninguna parte de Tanaj que discuta Janucá? ¿Por qué no hay mishnayot sobre Janucá?" Terminé preguntándoles por qué pensaban que el Libro de los Macabeos, etc., no estaba en Tanaj en comparación con el resto, cuándo ocurrió Janucá, etc., y llegué a la realización de que: Ninguno de ellos sabía exactamente cómo o por qué se había compilado Tanaj. Cuál era la diferencia entre los sefarim en Tanaj y los libros que habían sido rechazados. También no sabían realmente cómo se compiló la Mishná, qué se suponía que era la Mishná, por qué no tendría sentido que Janucá estuviera incluida como resultado, etc. Terminé teniendo una discusión detallada de 45 minutos sobre todo esto, qué era nevuá, cuántos profetas había, etc. El problema es... no es la clase. Incluso si fuera a Ohalei Torá o Lakewood y le preguntara a un estudiante promedio de octavo grado, probablemente también estarían perdidos. De alguna manera, les enseñan esas cosas a un nivel muy básico cuando son jóvenes, básicamente nunca se vuelve a visitar, y pueden desglosar un tosafot, pero no pueden ni siquiera decirte por qué se creó la Guemará excepto en los detalles más vagos, quién la compiló, y mucho menos sobre Tosfot excepto que de alguna manera todos son el único nieto de Rashi. Sí, en general no sé cómo podemos solucionar eso. Fin de la queja.